El catálogo de producto ha sido tradicionalmente un medio muy eficaz y atractivo para atraer el interés de los usuarios a los productos y servicios que ofrecían las marcas. Para ello, se esforzaban, especialmente, en ofrecer un buen diseño, que resultase llamativo y de calidad. Esta tradición ha ido poco a poco dejando paso a un nuevo concepto de catálogo, el catálogo online, en el que las marcas también ofrecen sus productos y servicios, pero adaptados al nuevo perfil de usuario hiperconectado. Este nuevo medio ya empieza a desbancar a los tradicionales catálogos.
Las nuevas tecnologías están propiciando que los catálogos online, que se diseñan de forma digital y se publican a través de Internet, se estén convirtiendo en la generalidad. Convierten en exóticas y poco habituales aquellas revistas físicas que, hace unos años, eran las reinas del mercado. Se debe a que existe una mayor accesibilidad y distribución a través de internet y del correo electrónico y al ahorro de tiempo y dinero.
Los catálogos físicos eran repartidos entre un número concreto de usuarios, pero, con el catálogo online, se pueden encontrar clientes potenciales en cualquier parte. Se les hace llegar inmediatamente. Además, al ser distribuidos por Internet, suponen un gran ahorro de tiempo y dinero, al evitar gastos de papel, impresión, desplazamientos o personal de distribución. También permiten jerarquizar eficazmente la información y actualizarla, cuando haya modificaciones en los productos.
Por otro lado, este medio ha sabido adaptarse al aumento de la interactividad en las redes sociales, al permitir a los usuarios consultar los productos cuando quieran, realizar búsquedas concretas y efectuar la compra online directamente (al ver un producto).
El catálogo online ayuda a mejorar la presencia de la empresa en la web y permite conocer mejor los hábitos de los clientes y adaptarse con más facilidad a ellos.
Pero, ¿quiere esto decir que el catálogo online va a sustituir totalmente al tradicional catálogo de papel?
La respuesta es claramente que no. La publicidad digital no acabará con la publicidad impresa porque el papel tiene unos valores comunicativos propios, que la comunicación digital no puede imitar.
Existe en la actualidad una tendencia al alza por parte de determinadas marcas a ofrecer catálogos de papel de gran calidad como elemento sobre el que afianzar la percepción de la marca. Calidad y exclusividad son factores emocionales tenidos en cuenta en la confección junto con la espectacularidad en las imágenes, formatos diferenciados en tamaño y tipos de papel. Otras marcas no han abandonado el catálogo tradicional, sino que han incorporado el catálogo online como un medio complementario.
En definitiva, el catálogo, en cualquiera de sus modalidades, sigue teniendo una importancia capital en la estrategia de comunicación y marketing de la empresa y en la combinación de los canales online y offline está la clave para obtener los mejores resultados.